Efemérides  y octavo centenario de la ‘Seo Burgalesa’

 

R. Pascual

 

 

 

 

Los burgaleses podemos presumir de ser pioneros en tener catedral gótica, ya que la catedral burgense es una de las primeras catedrales góticas de la Península. La mandó edificar el Rey Fernando III "El Santo" (1199/1291 - 1252 ), y el obispo de Burgos, Don Mauricio (? -  1238). Empero, no es la primera catedral que se levantó en ese lugar. Ya había, con anterioridad, otro templo de estilo románico, edificado entre 1080 y 1095. Y fue Alfonso VI (1040/1041-1209) - el del "Cid Campeador" - el que hizo donación de su palacio real al obispo Don Jimeno para que construyera una catedral.

 

La primera piedra de esta inigualable joya gótica actual se puso el 20/7/1221, siguiendo modelos góticos del país vecino, Francia. El obispo Mauricio, cuya bella tumba yace entre la sillería del coro de la catedral, había estudiado en París y era conocedor de las grandes catedrales que ya se habían construido en Francia. Este ilustre prelado trajo a Burgos a maestros franceses que siguieron el modelo de ‘Nôtre Dame’, en París, y las catedrales de Amiens y Reims, consiguiendo para Castilla y León la primera catedral gótica. Luego, nuestra seo burgalesa, serviría como modelo para los demás templos góticos del ‘Reino Castellano Leonés’.

 

La construcción fue muy rápida. El coro-ábside, la cabecera y las naves de la girola (nave que circunda el altar mayor), con sus capillas absidiales (parte abovedada que sobresale en la fachada posterior), ya estaban listos para el culto a partir de 1230, año en que se efectuó la primera consagración. Fue a partir de entonces cuando empezó a derribarse la antigua catedral románica, que había permanecido intacta hasta entonces. Las obras continuaron con la terminación del crucero (espacio en que se cruzan la nave mayor del templo y la que atraviesa, formando, ambas, una cruz latina) y sus portadas (adorno de arquitectura que se hace en las fachadas principales de los edificios).

 

Luego siguieron las otras naves, la central y las laterales, cuyo remate tendría lugar en 1260, año en que se hizo la consagración definitiva de todo el templo. Todo se hizo en un tiempo record. Pero la catedral seguiría ampliándose cada vez más y más, con nuevas edificaciones.  No existe casi ninguna catedral que no haya ido sufriendo ampliaciones a lo largo de los siglos. El claustro nuevo (patio o galería dentro de un templo), al lado de la nave sur de la girola, se realizó en el último tercio del s. XIII, y las capillas absidiales fueron remodeladas.

                                                                                                                      

Desde el siglo XIV hasta el s. XVII se fueron añadiendo más capillas. Y es a mediados del s. XV cuando tiene lugar una de las ampliaciones más importantes: ‘La Capilla de los Condestables’ (que es una catedral dentro de otra catedral), y que fue construida en 1482 por Simón de Colonia, gracias al mecenazgo de  Dª Mencía de Mendoza , hija del Marqués de Santillana, duquesa de Frías y esposa y de D. Pedro Fernández de Velasco. Esta noble señora encargó preparar un enterramiento para ella y su marido, mientras su esposo estaba ayudando a los ‘Reyes Católicos’, en la conquista de Granada. De hecho, al poco de volver de la contienda granadina, el condestable enfermó y fue enterrado en esta ‘capilla-catedral’.

 

Las últimas obras de importancia, como son ‘la sacristía’ o ‘la capilla de Santa Tecla’, son ya del siglo XVIII. En este siglo también se hicieron algunas modificaciones en las portadas góticas de la fachada principal.

 

Las posteriores remodelaciones se hicieron con piedra caliza, extraída de las famosas canteras de Hontoria de la Cantera. Los elementos decorativos, y parte del mobiliario litúrgico, son de varios estilos artísticos, que van, desde el Gótico al Renacimiento o el Barroco.

 

Numerosos y famosísimos artistas, arquitectos, escultores etc. han dejado su impronta en este  inmortal templo católico.  Entre otros, podemos destacar la saga de los Colonia (Juan, Francisco y Simón), arquitectos y escultores, como el arquitecto Juan de Vallejo, los escultores Gil de Siloé y Diego de Siloé, Felipe de Vigarny, Rodrigo de la Haya, Martín de la Haya, Juan de Ancheta y Juan Pascual de Mena. El rejero, Cristóbal de Andino, el vidriero, Arnao de Flandes. Sin olvidar a los afamados pintores, como Alonso de Sedano, Mateo Cerezo, Sebastiano del Piombo , Juan Ricci etc.

 

La fachada principal lleva el sello del gótico clásico francés de las catedrales de Nôtre Dame (París o Reims), y consta de tres cuerpos rematados por dos torres laterales con planta cuadrada. Sus agujas caladas (torres enhiestas en punta), del s. XVI, se yerguen  desafiando el cielo burgalés; tienen reminiscencias germánicas y son obra del genial Juan de Colonia.

 

Destacan, en su exterior, las portadas del ‘Sacramental’ y la ‘Coronería’, siglo XIII, de estilo gótico, la portada de la Pellejería, de influencia ‘renacentista y plateresca’, del siglo XVI. En lo que se refiere a su alzado interior se toma como referencia la catedral de Bourges. Son numerosos los tesoros arquitectónicos, pictóricos y escultóricos en su interior  que podríamos destacar: ‘El Papamoscas’, ‘Cimborrio/cúpula, Juan de Vallejo), el ‘Retablo gótico hispano –flamenco (Gil de Siolé), la  sillería del coro (F. de Vigarny), el cuadro ‘La Sagrada Familia’ (Sebastiano del Piombra), ‘La Escalera Dorada (Diego de Siloé) etc.

 

 

La catedral burgalesa está declarada como ‘Monumento Nacional desde el 8/4/1885 y como Patrimonio de la Humanidad, por la Unesco, desde el 31/12/ 1984.

 

Es la única catedral española (iglesia principal, donde el obispo ejerce y tiene su cátedra) que tiene esta distinción de la Unesco de forma independiente, sin estar unida al centro histórico de una ciudad (a diferencia de lo que ocurre en los casos de Salamanca, Santiago de Compostela, Ávila, Córdoba, Toledo o Cuenca) o en  otros edificios, como en Sevilla o Zaragoza. Además, es el templo católico de mayor rango en ‘Castilla y León’, pues es el  único templo que, además de ser catedral metropolitana, es a la vez basílica (iglesias, generalmente grandes o importantes, que gozan de privilegio especial y rito en materia de culto).

 

En 1994, a raíz del desprendimiento de una figura de la fachada, ocurrido unos años antes, comenzaron unas profundas labores de restauración. En total, se llevan invertidos 30 millones de euros, lo que le convierte en el monumento europeo que más fondos ha recibido para su restauración y que más se ha prolongado en el tiempo.

 

Para poder disfrutar de tamaña exquisitez de su arte, historia, cultura, escultura, pintura y arquitectura, el cabildo catedralicio ha confeccionado unas grabaciones con auriculares para todos los visitantes, con todo lujo de detalles y que abarca todos los rincones de la catedral.

 

 

 

Rodolfo Pascual

Pinachón 2018