PASADO Y FUTURO DEL MONTE DE CANICOSA

 

 1. BREVE REPASO HISTÓRICO

 

En la extensa comarca que ocupan los pinares de pino silvestre y pino negral entre las provincias de Burgos y Soria, la economía rural ha venido descansando durante siglos en variadas formas de explotación de los recursos del monte. Canicosa de la Sierra es un ejemplo paradigmático dentro de la comarca, donde la superficie agrícola ha venido siendo muy reducida (hace bastantes años ya inexistente), y los vecinos se veían en la necesidad de aprovechar tanto la madera como los pastos que proporcionaba el monte. A la tradicional explotación de la madera se dio cobertura legal con la célebre "Cédula Real" de 12 de junio de 1.792 de Carlos IV, por la cual los vecinos podían cortar 2.500 pinos al año por entresaca, entendiendo que los terrenos no eran aptos para su roturación con fines agrícolas y, por tanto, la economía de la localidad debía descansar en la explotación forestal. Este aprovechamiento a favor de los vecinos fue la base de la tradición carreteril de la localidad. Durante siglos gran número de vecinos se ganaban la vida básicamente de la explotación y comercialización de la madera.

 

Otro hito importante para los montes de Canicosa, mediado el convulso siglo XIX, fue la inclusión de las masas forestales de aprovechamiento común en el Catálogo de Montes de Utilidad Pública de Burgos. En su origen, el Catálogo era la relación de montes que el recién creado Cuerpo de Ingenieros de Montes elaboró para ser excluidos del proceso desamortizador. Afortunadamente, en la comarca de Pinares se pudo salvar de la enajenación a particulares la práctica totalidad de los montes existentes, al contrario de lo que sucedió en otras zonas de la provincia y del país. Se asignó el número 211 del Catálogo de la provincia de Burgos al monte denominado "El Pinar", que ocupa todo el sur, centro y noreste del término municipal y el número 212 a "Montecillo y Pimpollar", al noroeste.

 

Ambos montes fueron registrados a favor de Canicosa de la Sierra en el Registro de la Propiedad de Salas de los Infantes el 3 de marzo de 1.959, con lo que la propiedad queda definitivamente protegida.

 

2. EL APROVECHAMIENTO DE MADERA

 

En 1 .963 se aprobó el Proyecto de Ordenación del monte 211 "El Pinar". El objetivo de este documento es planificar las cortas de manera que los aprovechamientos de madera no afecten a la persistencia del monte. En otras palabras, no extraer más de lo que el monte es capaz de producir por sí mismo. En esta idea está ya el germen de lo que bastantes décadas más tarde se denominó el "aprovechamiento sostenible" de los recursos renovables. 

 

Inscritos en el Libro n95, tomo 359, folio 130 en primera inscripción.

 

Hasta ese momento, las cortas se realizaban sin planificación alguna, mediante huroneo o "eslige". Se recorría el monte cortando a menudo los mejores pinos, con lo que la masa que quedaba iba siendo cada vez de peor calidad. Esta práctica de selección negativa y sin planificación previa, mantenida durante décadas o siglos, lleva a los montes a un empobrecimiento progresivo. Es evidente que esta práctica para el monte ha sido nefasta, pero es perfectamente entendible en el contexto socioeconómico de una sociedad rural con pocos recursos, en la que el corto plazo de poder obtener una mejor renta cada año por cortar los mejores pinos primaba sobre la visión a largo plazo de mejorar la calidad de la masa arbolada. 

 

La Ordenación, con sus virtudes y defectos, viene a quebrar esta forma de explotación tradicional, concentrando las cortas en aquellos tramos o rodales en los que es más urgente conseguir la regeneración. Las revisiones de la Ordenación se hacen aproximadamente cada 10 años, y en ellas se realiza un inventario completo de las existencias del monte. En la siguiente tabla se muestran los datos más significativos (la corta se refiere al volumen cortado en desde la anterior revisión):

 

Ordenación

Año

Existencias

 

n°de árboles

 

Cortas

 

 

maderables

20-29 cm

30-39 cm

40-49 cm

>50 cm

(m3)

Proyecto

1.963

290.731

306.322

205.588

34.189

2.038

 

1" revisión

1.975

356.012

302.821

208.622

66.623

6.163

50.868

2" revisión

1.984

338.085

291.696

194.084

64.331

6.624

53.524

3" revisión

1.993

393.736

316.300

207.859

76.571

6.478

41.844

4" revisión

2,004

421.662

274.297

191.072

96.206

22.355

40.322

 

A la vista de estos datos se pueden extraer conclusiones bien elocuentes que en ocasiones contradicen algunas percepciones sin fundamento técnico. Desde 1963 a 2004, en 41 años, se han extraído de los montes de Canicosa 1 86.558 m3 de madera. Estas extracciones han sido com­patibles con el incremento de las existencias maderables en pie, habiendo aumentado éstas en más de 130.000 m3 en los últimos 40 años. Y en este periodo de tiempo se ha multiplicado por 11 el número de árboles gruesos (de más de 50 cm de diámetro) pasando de 2.038 en 1963 a 22.355 en 2.004.

 

Estos datos demuestran la prudencia con la que se ha actuado por los distintos gestores del monte, ya que se ha venido extrayendo menos madera de la que el monte producía. En el momento actual existen unas existencias medias de 1 80 m3/ha, propias de montes muy capitalizados, no siendo aconsejable rebasar significativamente este umbral porque el monte podría entrar en una etapa de envejecimiento excesivo.

 

3. RETOS DEL FUTURO INMEDIATO

 

Existen ciertos aspectos en la gestión del monte que debemos abordar con determinación. En concreto, existe ya cierto consenso en que se debe practicar una selvicultura mucho más activa a través de la ejecución de claras de cierta intensidad desde edades tempranas. Así se conseguirá incrementar el vigor individual de los árboles, que crecerán más sanos y a mayor velocidad, por lo que se podría pensar racionalmente en un acortamiento de la edad de corta, o en la obtención de madera de grandes diámetros para edades de corta similares a la actual. La lógica del mercado impondrá la mecanización de esas claras en las primeras edades, al igual que sucede ya en el resto del país.

 

Otro aspecto preocupante es la gran cantidad de árboles “jarrios” o con pudrición del tronco en los rodales más viejos, consecuencia directa del “eslige”. Estas enfermedades acaban depreciando el valor de la madera y en muchos casos los árboles enfermos acaban por secarse en episodios de sequía. Se deben realizar por tanto cortas que mejoren la sanidad de estas masas (cortas de policía) que, aunque no generen grandes rendimientos económicos, mejorarán a medio plazo el estado del monte.

 

Se debe atender también, de manera preferente, a la conservación de las especies y de los hábitats. En este sentido, se debe tener en cuenta que el río Zumel, a su paso por el término de Canicosa, está incluido dentro de la Red Natura 2000, red ecológica a nivel europeo que protege los ecosistemas más singulares. Las actuaciones que se desarrollen en el entorno del río deberán ser necesariamente respetuosas con su conservación. Por otra parte, se debe dejar una pequeña fracción de árboles secos en el monte hasta sus total pudrición, que sirvan de cobijo a especies insectívoras, como el pica pinos, gran aliado nuestro en el control de las plagas que afectan a la madera. 

 

Se deben encaminar esfuerzos a favorecer la compatibilización de la producción de madera con la conservación del medio natural, ya comentada, el aprovechamiento piscícola, la caza y el aprovechamiento de arenisca. Este último aporta una riqueza significativa en térmi­nos de empleo directo, exigiendo la restauración de las explotaciones una vez agotadas y limitando la superficie abierta simultáneamente para reducir el impacto paisajístico y ecológico.

 

Debemos destacar el impulso que todas las administraciones están realizando en los últi­mos tiempos para el fomento, reconocimiento y puesta en valor de los montes. Entre las iniciativas se debe destacar la certificación de la gestión forestal sostenible, lograda en 2004, cuya primera revisión se ha realizado por los inspectores de AENOR en 2006 de manera satisfactoria. Paralelamente, se ha trabajado en la obtención de la marca de calidad para la madera de pino Soria Burgos, y que fue presentada oficialmente' en el otoño de 2005. Se ha comenzado la elaboración del Plan de Ordenación de los Recursos Forestales (PORF), en el que habrá un extenso proceso de participación pública con el objeto de que muchas personas de distintos colectivos se sientan partícipes de la gestión de los montes. Recientemente se han dado los primeros pasos para el reconocimiento internacional de los montes de la Comarca como "bosque modelo" por la gestión que se viene realizando y el papel protagonista de la población local. Finalmente, el proyecto de la Casa de la Madera, en Revenga, será pronto una realidad y confiamos que ayude a una dinamización del sector terciario así como a la promoción de la madera como material de construcción.

 

Son todos ellos retos apasionantes en los que estamos volcados todos los que tenemos alguna responsabilidad en el monte, y que deben orientar el futuro próximo de la gestión forestal en los montes de Canicosa de la Sierra.

 

 

Carlos Gorda Güemes

Doctor Ingeniero de Montes