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PREGONES DE FIESTAS

 

 

 

 

 

PREGÓN DE 1996

 

Luz verde para las fiestas. Es el momento del PREGÓN. A tenor de una de las etimologías: un discurso elogioso para anunciar al público la celebración de una festividad e invitarle a participar en ella. Y otra acepción: Alabar en público virtudes y cualidades de una persona, de un pueblo.

El historiador romano Salustio habla de pueblos que vivieron hazañas magníficas, pero carecieron de historiador que las contara; y otros, con gestas menos famosas, descubrieron el cantor que las legó a la historia y que todos admiramos.

Me ha tocado aceptar la amable invitación del limo. Sr. Alcalde Presidente del Excmo. Ayuntamiento de Canicosa para pregonar las Fiestas 96. ¿Será el pregonero que Canicosa merece?

Me siento hijo de Canicosa como el que más. Muchos años de ausencia no han podido arrancarme el profundo amor que profeso a mi "patria chica", cuyo rescoldo mantengo con visitas esporádicas, con conversaciones con el primero que se presenta, y vivo con pasión su desarrollo demográfico y económico, las peculiaridades del diario acontecer. Me siento identificado con todo cuanto Canicosa es y con todo cuanto aquí sucede.

Tuve muchos titubeos en un primer momento para aceptar. Casi me desanimó la responsabilidad. Estuve en un tris de pasarle el testigo a otro.

Luego reflexioné. Sentí que me traicionaba el corazón. Me animé a mí mismo y acepté la invitación.

Aquí me tenéis. ¿Podía negarme a cantar a Canicosa en sus FIESTAS, cuando vuelven al pueblo los que tienen aquí sus raíces para revivir lo que cada año tiene un embrujo diferente?

Lanzo mi pregón a un pueblo maravilloso: CANICOSA DE LA SIERRA y a todos sus encantos porque CANICOSA es un verdadero mosaico de bellezas:

- Pregonar a Canicosa es pregonar su entorno paisajístico de excepción: los pinares, pincelada de esperanza, "mancha verde" del sur de Burgos que entronca con la Tierra de Alvargonzález; pasearse por rincones pintorescos; detenerse ante el típico fenómeno del roble y pino fundidos en un abrazo creador, espectáculo que os complacéis en mostrar con alegría, conservar como exponente y admirar como un capricho de la naturaleza

.- Pregonar a Canicosa es fijarse en un asentamiento, en donde la llanura, lejos de la monotonía estática, se mueve de la mano de unos alcores mamblados que se suceden sin interrupción desde la Pelendenga por Cagaperros a Peña Ahumada, auténticos alcores de vigilancia.

- Pregonar a Canicosa es hundirse en nuestra historia rica y de rancio  abolengo. Madrugaron los celtíberos y los pelendones nos legaron para siempre el topónimo de la Pelendenga Las huestes mahometanas, en constante litigio con los héroes castellanos, marcan el signo de nuestro Alfoz: siete infantes, los de LARA, víctimas de una traición nefanda que parió la malevolencia de una vil burebana: Dña. Lambra, ganando para su causa criminal a su marido Ruy Velázquez, señor de Vilviestre y hermano de la madre de los Infantes. Tendrían una muerte alevosa, a pesar de que su ayo Nuño Salido había advertido en la corneja de
los pinares de Canicosa los agüeros que presagiaban la traición y el fin trágico de los infantes. Leyenda recogida en el Romancero y que perdura transmitida boca a boca por nuestras madres y abuelas junto con otras leyendas: la de la niña devorada por los lobos en el Vallejo la Muñeca; la de las moras de las  Cuevas Cobaya y Naranjera, que se cimbreaban en la cota del Carmona y vivían su leyenda oculta en el corredor que bajaba desde el Carmona hasta a la ribera del Río Mayor... para ser descubiertas un día en las calles de Sevilla.

Testigo perenne del paso legendario de los hijos de Nuño Bustos es la Fuente de los Infantes y la Peña de las Siete Albarcas, dos parajes que inmortalizan la leyenda para Canicosa.

La literatura acuña el nombre de Canicosa en días felices: cuando se gestaba como un pueblo. Lo hace el Romancero de Luis Santullano y canta a LOS INFANTES iniciándose de esta guisa:

Saliendo de Canicosa

por el val de Arabiana

donde Don Rodrigo espera

los hijos de la hermana...

Por campo de Palomares

vio venir muy gran compaña,

muchas armas reluciendo,

mucha adarga bien labrada,

mucho caballo ligero,

mucha lanza relumbrada,

mucho estandarte y bandera 

por los aires revolaba.

También las tumbas talladas en roca pregonan la historia serrana de Canicosa en unos enterramientos que son nota común en toda la zona pinariega.

- Pregonar a Canicosa es detenerse ante LA IGLESIA PARROQUIAL y la corona de ermitas de su entorno: La Veracruz, S. Roque, S. Bartolomé y el sencillo crucero que franqueaba la entrada del pueblo a los forasteros (hoy inexistente) y allá lejos, asentada en el somo del vallejo: LA VIRGEN DEL CARRASCAL, que ha herma­nado piedad y romería, folclore y religión con la VIRGEN DE REVENGA. Y más arriba, sobre la atalaya del Carmona, la ermita de Santa Lucía, desaparecida.

- Pregonar a Canicosa ¿Exige hablar de las Cofradías, contar los viejos litigios, la lucha de fechas, la prioridad en las procesiones, el pugilato en las procesiones, el incremento de hermanos cofrades... la armonía que hoy compartís? El sentir religioso de Canicosa tiene unos símbolos que no admiten discusión.

Pero, por favor, prestad atención. Parroquia, ermita, tumbas, cofradías. Está muy bien. ¿Y la historia que marcan sus hombres? ¿Sacerdotes, religiosos y religiosas son un exponente de Canicosa en la Iglesia universal? Mirad cualquier barrio: San Roque, Manzanares, La Virgen. Contadlos uno a uno. Todos, serranos y canicosos de raigambre, han sido vuestros adelantados en España, en Europa, en América... en todo el mundo.

Y alzo mi voz ahora. Quiero evocar a un hombre genial, a una figura egregia, un sacerdote ejemplar. No escatimó esfuerzos por Canicosa; un sacerdote que tiene nombre propio, categoría intelectual indiscutible. Pero un buen día nos lo arrancaron porque la jubilación no perdona. Es DON SALVADOR DEL ÁLAMO, a quien desde aquí rindo recuerdo y homenaje agradecido.

Y más hombres: maestros de vocación universal. Sin querer agotar el repertorio ni, por supuesto, hacer de más a los demás profesionales de la docencia, sobre todo a los que aún viven, quiero destacar tres nombres: DON ÁNGEL MARINA, DON NICOLÁS MONTERO y DOÑA VICTORINA, profesionales de pro, hombres de tomo y lomo, que se ganaron la admiración de cuantos fuimos sus alumnos

¿Y qué os diré a vosotros, serranos y canicosos de hoy?... Quiero daros un pregón y, primero, recordaros esas glorias de familia, riqueza de nuestros lares. Si hoy celebramos las fiestas que anuncia este PREGÓN, es porque hay una expectación en el pasado serrano. Napoleón dijo a sus soldados ante las Pirámides de Egipto para animarles a servir a su Patria antes de lanzarse a luchar: ''Mil años os contemplan",.. ¡Serranos de Canicosa! Hoy, en este PREGÓN, os anuncio LAS FIESTAS PATRONALES DE LA VIRGEN, SAN ROQUE Y SAN ROQUITO; y que una pléyade invisible, carne de nuestra carne, nos contempla, nos anima, nos aplaude, nos invita a vivirlas con ilusión, con grandeza de alma, con dignidad, sin que quede por atender el menor de los pormenores que constituyen el entramado de la gloria de nuestro pasado.

Habrá también representantes de los pueblos circunvecinos y darán colorido a la fiesta. PERO NO OLVIDÉIS QUE VOSOTROS SOIS LOS ANFITRIONES, LOS PROTAGONISTAS. QUE LAS FIESTAS LAS HACÉIS GRANDES VOSOTROS, Y GOZÁIS CON LA PRESENCIA DE CUANTOS QUIERAN ACOMPAÑAROS.

Que los pinares se estremezcan: que lo cultural, lo deportivo, lo humano y lo divino se hermanen ocupando el puesto de honor y que las fiestas patronales resulten espléndidas y llenas de grandeza y de fervor serrano.

 

Melchor Peirotén Covaleda

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

PREGÓN DE 1997

 

Por orden del Sr. ALCALDE, he recibido el encargo de anunciar que durante los días 15, 16 Y 17 de agosto se celebrarán las festividades locales de "La Virgen, San Roque y S. Roquito", es decir, las fiestas del verano para diferenciarlas de aquellas otras, tan entrañables, del invierno: "los Sanantones" y las Cofradías del Dulce Nombre y San Sebastián.

 

Desde este momento en que se pregonan y hasta su terminación, es deseo de las autoridades convertir a Canicosa en centro de actividades múltiples:' religiosas con las correspondientes vísperas de la Virgen y San Roque y las celebraciones de misa rezada y cantada; de competición, con los tradicionales partidos de pelota a mano; lúdicas, con la puesta en escena de "El enfermo imaginario", la actuación del grupo de danzas "El Carrascal" y las verbenas amenizadas por célebres orquestas; de romería, con la asistencia de todos al Solaz, a la campa de la Virgen donde se nos repartirá el pan, queso y vino como reza la manda.

 

Es deseo de todos que en estos días festivos, más que nunca, nos sintamos más próximos y solidarios con nosotros y los que nos visitan, porque unidos unos a otros solidariamente, con actitud generosa, participativa y cooperadora veremos surgir en nuestro interior una energía insospechada y una singular alegría, de modo que podamos decir con Terencio "Soy hombre: nada humano me es ajeno". Además el Alcalde y la Corporación Municipal me han concedido el honor de dirigirles a ustedes unas palabras.

 

Sr. Alcalde, autoridades, señoras y señores:

 

El que ama sus orígenes, el ámbito de la vida que lo acogió en sus primeros años, no cede fácilmente a la tentación del desarraigo. Y ¡qué tendrá Canicosa que tanto arraiga! Este sentimiento. se viene repitiendo desde el momento en que unos pocos decidieron construir sus casas y poner en valor lo que la tierra y el monte les ofrecían. Y la cuestión es especular - porque documentación escrita no existe - cuál es, por lo menos aproximadamente, ese momento en que ciertos "pelendones" se instalaron en ¿la Pelendenga?, ¿el barrio de Santa María?, ¿o dónde?

 

No es este, sin embargo, el momento de hilvanar unos retazos de nuestro pasado - que tiempo habrá - sino de exaltar algunos valores, entre los que destaco la fidelidad o adhesión personal como actitud creativa que contribuye a conferir a la personalidad una peculiar firmeza en el cumplimiento de promesas. Traigo esto a colación de la constancia cultivada por personas próximas que desde años vienen realizando, con coraje y buen ánimo, prestaciones personales de trabajo cuyos resultados están a la vista, por ejemplo, en la ermita y alrededores de la Virgen, en la Fuente Tocón y otros. ¡Con qué valentía, tenacidad y ánimo alegre, en solidaria unión derrochan energía!

 

En relación con los dichos trabajos personales, quiero hacer un ruego a la Corporación Municipal y es que se interesen - ante los Organismos correspondientes - por el Archivo Municipal para que se proceda a su catalogación y trascripción de documentos a partir de los cuales alguien - incluida yo misma ­ podamos proceder a hilvanar esos retazos de nuestro pasado.

 

y porque recibir un don agrada y suscita gratitud me siento deudora no tanto de lo que he recibido sino de la actitud que ha inspirado la donación. Por eso tiendo a mostrar mi voluntad de estar a la recíproca, aunque mis posibilidades reales de ser obsequiosa estén por debajo de la confianza depositada en mí por las autoridades.

Porque en esta vida, todos – grandes y pequeños – necesitamos a los demás Y aunque es cierto que no hay que hacer el bien para recibir a su tiempo algo en pago, no obstante, sucede a menudo que lo recibimos. Ello nos indica que la generosidad suscita generosidad y enriquece nuestra existencia.

 

Que el mejor pregón es el silencio, y que el silencio es tan nuestro como el aire. Silencio que de romperse es mejor que lo haga el bullicio de nuestras fiestas. Por eso, y dándoles las gracias, he de callarme.

 

 

Buenas tardes.

 

Rosario Pascual Abad

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

PREGÓN DE 1998

 

 

"Escuchad: ¿No oís la Fiesta?"

 

Tengo el gozoso encargo de abriros ritualmente las puertas de las fiestas mayores de Canicosa 1.998.

 

Sería pretencioso hasta lo ridículo por mi parte intentar desde aquí un canto a las indudables maravillas de nuestra VILLA. No es para mí el rincón insustituible en que se me manifestó la vida como para muchos de vosotros. Pero sí que siento ya como el que más la emoción de esta tierra amada, como el único pedazo de mundo y sus gentes miméticas que vengo contemplando día tras día durante treinta años. Algo sencillo, terrible como la fatalidad,  hecho de gozo, rutina y lágrimas. Será siempre para mí como para todos vosotros el rostro manso de este lugar, un recuerdo embriagador del que nunca ya saldremos aunque jamás volviéramos a él.

 

Sólo me atrevo a ofreceros un corto panegírico, alejado de lo sentimental, sobre la fiesta colectiva como invitación a que no desperdiciemos ni un minuto para gozar de esta ocasión anual que, como pueblo sabio y antiguo, nos hemos marcado para ensalzar la vida durante unos días decretados como festivos en Canicosa.

 

La vida es un bien escaso que disminuye con cada latido el corazón. Por sabernos mortales nos individualizamos y generamos desesperación hecha de miedos, codicia y agresividad.

 

El miedo como un reguero de cadenas que cada cual porta según el bagaje educativo que recibió.

 

Todo es poco, nos aconseja la codicia, para quien teme de un momento a otro convertirse en nada.

 

Y el impulso de la agresividad a cuanto nos molesta o entristece, despertando nuestro miedo y entorpeciendo o compitiendo con nuestra codicia.

 

La fiesta viene a quitarnos la venda para que constatemos jubilosamente que haber nacido y estar vivo aquí y ahora, es lo único importante para todos.

 

Todo lo demás, pobreza, riqueza, opiniones, niñez, juventud, madurez o senectud, son apariencias.

 

Afirmar alegremente la vida en fiesta es darla por buena a pesar de su finitud e imperfección.

 

¡Bienaventurados los que disfrutan lo siempre poco de la vida sin plantear quejas ni exigir requisitos!

 

Dulce enfermera, la fiesta quiere y puede aligerarnos la vida de su peso desesperante.

 

La diosa fiesta prodiga sus gracias a los ebrios de sana alegría, que no a los borrachos de sombra negra. A las peñas de ingenuo cachondeo, que no a las caravanas de aburrida tristeza.

 

Sirena cautivadora, la fiesta encanta con sus arengas: ¡Pusilánimes, ¿queréis vivir eternamente?! Unos son valientes... otros reservones, pero a todos embelesa su ambrosíaca melodía.

 

En fiesta se exaltan de forma natural esos artificios creadores de libertad y sentido humanos, que son el arte, el espectáculo, el convite y los rituales religiosos añorados. El fondo de todos ellos es siempre la celebración gozosa de la vida... De ellos tenemos, no a la carta, pero sí suficiente y nutritivo menú de la casa (de la casa Ayuntamiento, claro) en el programa de estas fiestas.

 

Hacer fiesta es vivir como quienes pueden imponer una impronta libre y un sentido compartido a su destino de fatalidad y absurdo.

Gozar la fiesta es poner nuestra libertad por irnos días al servicio de la camaradería vital que nos emparenta con nuestros semejantes en desesperación y alegría salvadora.

 

¡Fiestas de Canicosa!: Libertad, camaradería hospitalaria, tradiciones renovadas, alegría contagiosa. ¡Que no decaiga!

 

¡Si queréis ser salvados, zambullíos en la fiesta! ¡Olvidaos por unos días del caos azaroso de sucesos en que nos movemos y somos! Son las albricias que os pido por esta jovial noticia que os anuncio:

 

¡Bienvenida para todos la diosa fiesta! ¡Adoradla, honradla, agasajadla como merece!

 

 

¡Felices fiestas de Canicosa 1.998 para todos!

 

 

Braulio García Pérez

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

PREGÓN DE 1999

 

 

Bienvenidos a esta fiesta, Canicosos, serranos y gentes de otras tierras.

 

Desde siempre, han sido para mí una cita ineludible, una llamada a la que he respondido cada año con la misma ilusión.

 

Esta respuesta ha ido variando con la edad en su forma, pero el fondo sigue siendo el mismo. De siempre recuerdo el enorme deseo de que llegue media­dos de agosto.      

 

Y hoy, gracias a vuestra invitación, tengo que pensar y expresar los motivos por los que estos días son tan especiales para mí. Los pueblos no son sus términos municipales, ni las calles, ni las fuentes o las plazas; son las personas que apuestan por vivir juntas y se comprometen con proyectos comunes. Este es el legado que hemos recibido de nuestros antepasados y que tenemos que transmitir a los que nos suceden. Un pueblo lo hacen, además, sus tradiciones, sus fiestas, su iglesia, su escuela... Si sabemos mantener y potenciar todo esto seguiremos teniendo sentido y futuro.

 

Esta lección me la habéis enseñado y me la enseñáis cada año vosotros, personas con las que me unen lazos estrechos. Me habéis construido tal como soy.

 

En estos días en los que es difícil encontrar el valor de lo común, de compartir, las fiestas nos invitan a estrechar manos, a acoger, a ensanchar nues­tras casas, a encontrar el tiempo para recordar y convivir.

 

Que las piñas que adornan nuestro monte sean símbolo de unión, tradición, raíces, y herencia. Que estas piñas que reproducen el monte simbolicen nuestro afán por vivir juntos y nuestro deseo de salir adelante.

 

Hoy tenemos muchas ocasiones para colaborar en la construcción de nuestro pueblo: unos con su trabajo diario; otros con su capacidad de organizar y dirigir; los que estamos lejos con la disposición a valorar el esfuerzo de los que estáis en Canicosa permanentemente.

 

Este es el sentido de las fiestas de este año, de los anteriores

 y de los que vengan.

 

Que estas fiestas sean las fiestas de todos: de las peñas, de nuestros mayores, de los niños..., que todos tengan cabida y todos lo pasemos bien, así también construimos el pueblo, nuestro pueblo.

 

iQue den comienzo las fiestas de San Roque y la Virgen del Carrascal!

 

¡¡ Viva Canicosa!!

 

 

Sara Pascual Vinuesa

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

PREGÓN DE 2000

 

Pueblo mío de Canicosa, ¡qué orgullo tengo de poderlo pronunciar!

 

Como sabéis, yo nací en tierra de campos, pero en cuanto llegué aquí, quedé enamorada de esta tierra y de sus gentes, y tras haber dejado aquí media vida y enterrado un hijo, me siento con orgullo como la primera de las serranas.

 

Lo que hoy me hacéis no me lo merezco, todo lo que yo he hecho es cumplir con mi deber, como lo hace una madre, y el mejor home­naje que podéis hacerme es seguir queriéndome a los 85 años.

 

Ahora como siempre, que estoy orgullosa de vosotros, espero que sigáis trabajando muy unidos para que Canicosa -como en mi pensamiento- sea siempre el primer pueblo.

 

He tenido en 30 años, alumnos muy inteligentes, tanto que consiguieron que me llamaran "la maestra de las becas”, orgullo que vosotros me otorgasteis, y que espero que fruc­tificará con el trabajo en unión mejorando vuestro modo de vida.

 

Un pueblo pequeño, donde encontré cuando vine gente buena, noble y trabajadora, pero no se sabía de su inteligencia que ahora se puede alabar; es un orgullo que por toda España haya algún "canicoso" o "canicosa" trabajando y triunfando.

 

Esto quería que supierais, y que podéis hacer de Canicosa un ideal. Motivos y poder para hacerlo los tenéis.

 

Cuando escribo de vosotros, sin querer quizá, os pongo como modelo, que es lo que yo espero de los mejores españoles.

 

Aprovechemos todo lo que poseemos.

 

¡Cuánto ha ganado este pueblo cuando ha habido comprensión de unos con otros.

Ya veis el casito del tío Juan quejo soñé - aunque fuera en cuento de Navidad -, puede ser un modelo de comportamiento general y hacernos una convivencia feliz.

 

Os repito, hay mucha inteligencia que aprovechar, y os pido como una madre al final de su vida que os améis todos, que no veáis lo malo de los demás y seáis respetuosos y comprensivos sobre todo con los mayores, que cada vez somos más.

                                                                                                                                      

Hoy  vivo en una residencia de ancianos, y el 'nombre de la calle donde estamos se me olvida con facilidad - ya me falla la memoria, pero lo recuerdo si pienso en "la Seve”  la de la Payeye, y me sale Severo Ochoa rápidamente.

                                                             

Recuerdo emocionada y orgullosa alguna anécdota que me contaron sobre la presencia del folclore de Canicosa por todo el mundo.

                         

Ya sabréis lo que le pasó en Francia a Pedro de Pedro de Pedro, -(no te enfades si te digo "EL SUSANO” porque tengo el mismo nombre para llamar a mi madre)- cuando en una fiesta vio como tocaban y bailaban “La Virgen del Carrascal”. 

 

Asimismo recuerdo con especial cariño aquellos años en que los jóvenes de Canicosa disfrutaban de sus primeras vacaciones de verano en las playas de Comillas gracias a la abnegación y entrega de las hermanas Ayuso.

 

¿Qué más?

 

Ahora sé que ya no soy nadie, pero no me importaría trabajar para mi pueblo de Canicosa.

 

¡Ah...!, si yo pudiera y valiera para algo, daría los 50 kilos de huesos que me van quedando ya...

 

Cuando uno tiene vocación, el poderla practicar te hace repetir muchas veces: “Si volviera a nacer, maestra volvería a ser”.

 

Jóvenes de Canicosa, confiad en la honestidad y saber hacer de D. Braulio y sus compañeros, ellos os marcarán el camino.

 

“Pero dejémonos de recuerdos y vivamos el presente.

 

¡VIVA LA FIESTA!

 

Mi deseo es que disfrutéis sanamente estos días, que hagáis disfrutar de vuestra hospitalidad y alegría a los que os visitan es estas fechas tan entrañables, y que entre todos consigáis mantener a Canicosa en lo mas alto, para que sus fiestas se sigan recordando como las más animadas de la Sierra, y año tras año se constituyan para propios y extraños en una cita obligada a la que no se puede faltar.

 

Gracias a todos y

 

¡¡¡VIVA CANICOSA!!!

 

María Luisa Triana

 

 

 

 

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