A     

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

PREGONES DE FIESTAS

 

 

 

 

 

PREGÓN DE 2001

 

Cuando he recibido el honor de ser pregonero de las fiestas de Nuestra Señora del Carrascal y San Roque en Canicosa de la Sierra de este año, ha sido para mi motivo de orgullo y sobre todo, compromiso.

 

Orgullo porque soy un serrano más de la Sierra Burgalesa y compromiso porque no sé si voy a conseguir haceros participes de los sentimientos que en mí provoca el bello lugar en el que os ha correspondido en suerte desarrollar vuestras vidas.

 

¡Qué dura fue la vida de aquellos paisanos vuestros! Apenas apuntaba el día partían con su pareja de bueyes camino del monte. Al atardecer, ya sin luz de sol, atravesaban desfallecidos las calles de Canicosa. Y al apuntar el alba cada día en el horizonte, nos trae recuerdos de cuantos nos precedieron, que tanto lucharon para que nosotros vivamos mucho mejor, recogiendo su testigo para conservarlo y si cabe, mejorarlo.

 

En su honor, y en recuerdo de aquellos carreteros que tanto amaron a su pueblo, dedico este soneto:

 

Por amigos, los bueyes y carretas,

caminos intrincados y alboradas;

por necesidad, truenos de cornadas

 con las astas de sierra por lancetas.

 

Del día a día mártires ascetas

que fijan en el cielo sus miradas

 ya troncos que a Dios pisan sus moradas

derriban con crujidos de saetas.

 

Hasta muestra su gran pesar la rosa

que ve pasar inerte la madera

ofreciendo sus pétalos yunteros

.

Desconoce el olor que en Canicosa

entre risa y penar no hay frontera

y es la tala el jornal de carreteros.

 

 

Para quienes llevamos, incluso, con un punto de vanidad, ser serrano o para quienes han elegido quedarse aquí en este valle, las fiestas son un reencuentro con los amigos de la infancia. Y también para recordar aquellos otros a los que asistimos de niños en compañía de quienes se nos fueron para siempre y que hoy evocamos con nostalgia: los paseos a la Fuente de la Pisa, la Romería de revenga, el paraje de San Roque, el de La Chorlita o el de la Ermita de Nuestra Señora del Carrascal y otros tantos motivos para celebrar que nos son tan gratos a muchos de los presentes.

 

Y un pregón que, aún de forma sumaria, pretenda sintetizar los signos de identidad del lugar, no puede concluir sin una referencia identificadora de Canicosa de la Sierra.

 

Me refiero a su invierno, época denostada en otros contornos y que, sin embargo, aquí tiene una sentido especial.

 

En Canicosa, el invierno es ante todo, tiempo de espera, de paz, de chimenea, de reflexión, de recuerdo, de charla junto a la lumbre y que en los tiempos duros de antaño, significaba otra forma de vivir, más intima e intensa.

 

Yo recuerdo, como muchos de vosotros, sobre todo los inviernos fríos de mi pueblo, cuando el agua se hacía carámbano asomando por los aleros del tejado, el aire caliente de la boca se veía ya los niños nos picaban lo sabañones.

 

Pero aquello era preludio de que llegaba la matanza, ese tiempo de camilla, brasero y  vencindeo, esos días de abundancia, cuando el cerdo alegraba aquellos estómagos vacíos.

 

"La morcilla, el picadillo, las tetillas, esas, bien churrascaditas que nos daban a los más pequeños o cortábamos a hurtadillas, la sangre y la asadurilla, no eran enemigos de la salud, porque entonces el colesterol o no existía o por supuesto, todo era del bueno.

 

Después venían los chorizos, el lomo adobado, las costillas, el jamón y sobre todo el tocino, ese gran señor de los pobres, que por entonces pocos se libraban de esa propiedad.

 

De todos los modos, menos mal al cerdo, ya su generosidad y menos mal, también al cocido plato de casi todos los días.

 

¿Madre que hay para comer hoy? Cocido hijo, cocido o lentejas ¿qué va a haber? Y si le replicabas te respondía diciendo: ¡Hambre era lo que necesitabas pasar, como tantos otros, para que te dieras cuenta de la suerte que tienes!.

 

Y nosotros a lo bajines decíamos ¡Qué dura es la vida!.

 

Pero realmente la dureza de la vida nos llega ahora cuando todo está prohibido.

 

¡Hasta los garbanzos!

 

Sin embargo, nos los comíamos en menos tiempo -como dice el refrán- que se persigna un cura loco.

 

El inevitable transcurso del tiempo y la evolución de nuestras vidas nos impedirá volver a cortar los pinos de mayo, jugar a pelota de mano, subirnos a los robles con esa agilidad infantil o a bañarnos en el Puente Lavadera. Tampoco veremos pasar a los carreteros con su yunta de bueyes.

 

Sin embargo, nuestra ausencia no impedirá que siga celebrándose el primer baile en la campa de la ermita de san roque, que el prior ofrezca chocolate y bizcochos a los sacerdotes y por la noche, se mantenga el concurso de ropas antiguas y por supuesto, que en nuestros pra­dos continúen brotando las setas de mayo y después la manzanilla.

 

¡Y seguirá el majestuoso Pino-roble vigilando el Pinachón!

 

Por mucho que Canicosa haya sido ya loada por propios y extraños, no puedo dejar de referirme a sus casonas carreteras, con su majestuoso arco de piedra, a sus casas serranas de volados aleros, que aún resisten la violencia de los crudos inviernos, arrulladas por el vaivén de canciones de agua del río Penedillo, que fecunda los prados verdes, de donde sale el heno que alimenta vuestro ganado.

 

Y... ¡qué decir de la iglesia de San Esteban, orgullo de los canicosos, testigo mudo de alegrías y tristezas desde hace mas de diez siglos.

 

Quiero, amigos todos, con este pregón recordar que sois tan importantes como para que ser los poseedores de la Carta Real más antigua, de reconocimiento de privilegios forestales a los vecinos de esta villa.

 

Me gustaría dirigirme también, en este contexto de recuerdos, a esos paisanos que un día tuvieron que salir del pueblo, algunos de los cuales hoy os encontráis entre nosotros.

 

Y a vosotros, mozos y mozas, niños y niñas (que envidia) enfundaros vuestros trajes festivos, que empiece la función, que ya se nota vuestra fuerza e ilusión, para asumir el ritmo de la historia, poniendo un nuevo eslabón a la cadena, y apostando seriamente por la historia, recordando a cuantos nos precedieron haciendo una Canicosa para nosotros, y nosotros esta­mos para que otros no la deshagan.

 

A los priores, mayordomos y hermanos de las cofradías para que continuéis" conservando vuestras tradiciones.

 

A Ramiro, vuestro alcalde, objetivo de vuestras quejas durante el resto del año, por unos días vamos a reconocer sus esfuerzos, con la inestimable ayuda de toda su Corporación, de cuyo batallar en pro de la mejora de Canicosa, soy testigo cualificado.

 

A vuestra Reina de Fiestas (Vanesa), al Rey Luis / de Canicosa, al Alcalde de Mozos, Roberto y a José María Alguacil, a quienes lo efímero de su reinado no resta un ápice de justicia a su elección, quiero instarles a que conserven para siempre el orgullo de representar a su pueblo.

 

Amigos de Canicosa: de orden del Señor Alcalde es hora ya que se suene la música. Que todos se alegren. Estallen los cohetes y giren las parejas en el baile y sobre todo, se acalle la voz de este pregonero y comience la algarabía de las Peñas.

 

Amigos todos:

 

¡ VIVA CANICOSA! ¡ VIVA BURGOS! ¡ VIVA CASTILLA y LEÓN!

 

 

 

Ignacio Alfredo González Torres

                 Secretario Territorial

Junta de Castilla y León

Delegación Territorial de Burgos

.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

PREGÓN DE 2002

 

¡Canicosos!: 

Os saluda el decano en años - que no en sabiduría - de los Alcaldes que han ejercido esa digna función en este pueblo de pinares que es el vuestro y el mío: Canicosa de la Sierra.

 

Correspondiendo al encargo de la actual Corporación Municipal para hacer el pregón de las fiestas de Nuestra Señora del Carrascal y San Roque del año 2002, me siento muy orgulloso de dirigirme a vosotros para haceros llegar un retazo de la historia de nuestro pueblo de la que fui protagonista, por voluntad de sus vecinos, durante los últimos años de la década de los cuarenta y gran parte de los cincuenta del siglo pasado.

 

Tuve el privilegio de contar en mi equipo de trabajo con la colaboración de unos ediles entregados enteramente al desarrollo de sus respectivas tareas, para ir adecuando el pueblo al pro­greso con todas las dificultades que ello conllevaba en aquellos años.

 

Aquellos hombres, a los que desde aquí quiero rendir un emotivo y agradecido recuerdo fueron los concejales:

 

Jesús Gil Sanz

Ángel Chicote Andrés

Mario Ibáñez Marcos

Isidro Peirotén Ibáñez

Teodomiro Pascual Chicote

Marcelo López de Pedro

  

También contamos con la ayuda del Juez de Paz, en primer lugar de Ramiro Sanz Peña y, posteriormente, de Pedro Gil Marcos. Como único superviviente de aquella Corporación, deseo hacer llegar a sus familiares mi profundo agradecimiento y ofrecerles en este pregón de las fiestas el homenaje que se merecieron en vida y no tuvieron. El legado que dicha Corporación dejó al pueblo, además del trabajo diario que conlleva la administración de un municipio, en aquellos años con más vecinos que en la actualidad, fueron algunas de las obras que se realizaron y que siguen en servicio.

 

En primer lugar, la construcción del grupo escolar "Nuestra Señora del Carrascal” hoy conocido como "Colegio Rural Agrupado Sierra de Pinares” en cuya inauguración el 18 de septiembre de 1953, estuvieron presentes distinguidas autoridades eclesiásticas y civiles, entre las que cabe destacar al Ilustrísimo Sr. Obispo de Osma Dr. Rubio Montiel y al Excelentísimo Sr. Gobernador Civil de Burgos y Jefe Provincial del Movimiento D. Jesús Posada Cacho, los cuales estuvieron acompañados por el Ayuntamiento en pleno de Canicosa, así como por el Sr. Párroco D. Salvador del Álamo y los maestros D. Felipe Elices y Dª Maria Luisa Triana. El mismo día tuvo lugar también la colocación de la primera piedra del Centro Rural de Higiene y Casa del Médico. Durante el mismo mandato municipal se efectuó la acometida de la red telefónica y la instalación de la centralita para el servicio público que se ubicó en casa de la familia Rupérez, siendo atendida por Inés Rupérez Sanz. 

 

Y algo muy importante, sobre todo para los que tenían que viajar con frecuencia a la capital de la provincia, fue el conseguir que la empresa de autobuses "La Serrana" entrara en Canicosa, evitando la caminata que suponía a los usuarios el ir hasta el cruce de la carretera con Quintanar.

 

Y basta ya de cosa serias. Las fiestas son para divertirse y confraternizar con los que nos visitan durante estos días, tanto si son oriundos del pueblo como forasteros y hacerles sentir el calor y la acogida que los serranos de Canicosa siempre están dispuestos a dar.

 

Mi único ruego a la juventud es que seáis conscientes del tesoro que este pueblo alberga en sus raíces y su historia como tal y trabajéis y os esforcéis para que todos nos sintamos orgullosos de él, y no sea en el futuro sólo un recuerdo de lo que fue, sino el ejemplo de lo que pudo ser y, gracias a vosotros, será si os lo proponéis.

 

Os animo desde aquí a que os divirtáis sanamente, y tengamos todos unas fiestas alegres y con mucho humor.

 

¡VIVA CANICOSA! ¡ VIVAN LOS SERRANOS!

 

 

Un saludo de vuestro amigo

 

 

 José Cuesta Gil

.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

PREGÓN DE 2003

 

¡CANICOSA ESTÁ DE FIESTA!

 

 Vecinos de Canicosa. Priores y Mayordomos de las Cofradías, gen­tes que nos visitáis y gentes de aquí. Reina y Damas de las Fiestas. Señores munícipes y autoridades.

 

Un año más, el Pregón nos convoca en la Plaza Mayor y antes que nada quiero trasmitiros mi agradecimiento, por el honroso encargo que vuestro Alcalde, en vuestro nombre, me ha hecho de pronunciar este Pregón, con motivo de las Fiestas, en honor de In Virgen del Carrascal y de San Roque.

 

Bienvenidos, pues, a estos días de fiesta, los que en Canicosa habéis nacido y en Canicosa y por Canicosa seguís viviendo ilusiones y esperanzas, levantando vuestros ojos al cielo y arrancando de la Sierra, pedazos de vuestra historia, que van construyendo la vida en común de vuestro pue­blo y comarca.

 

Bienvenidos, los que habitáis en la comarca y os acercáis a participar del bullicio, de la alegría y de la amistad.

 

Sed bienvenidos, los que aquí habéis nacido y añoráis a Canicosa desde otras tierras. Aprovechad estos días para reencontraros con vuestros lares, saludar y recordar con vuestros amigos las travesuras infantiles y los primeros amores de juventud.

 

Hoy quiero dedicar un recuerdo especial a todos aquellos que un día salieron de esta tierra y no regresaron. Estoy segura que llenos de nostalgia, sobrevuelan por su Canicosa querida.

 

Vibrad de emoción porque en cualquier lugar donde haya un hijo de Canicosa, aquí está hoy su corazón.

 

Mi pregón va dirigido a la esencia de esta tierra serrana, a sus gentes, a los que han hecho todo lo que de bello y acogedor tiene vuestro pueblo, donde la pacífica convivencia es la atmósfera donde respiramos todos .A los habitantes del Barrio la Virgen, a los del Barrio de Manzanares y San Roque. A vuestros mayores forjados por el trabajo y la experiencia, como las sólidas piedras de vuestras casas.

 

He venido a recordar vuestros antecedentes de pueblo religioso y recio, vuestras casonas de piedra con sus magníficos arcos, vuestras ermitas de la Vera Cruz y del Carrascal, vuestra primiti­va iglesia rupestre, vuestra Iglesia Parroquial en honor de San Esteban con su rica mezcla de estilos, vuestro Ayuntamiento construido de piedra sillar, vuestras tradiciones vinculadas siempre a Revenga. Valores vivos en vuestro sentir, que os anima a seguir siendo parte de su historia Y su patrimonio, como legado valioso de vuestros antepasados serranos.

 

Y pensando en vuestro porvenir, quiero implicaros en el futuro, e invitaros a afrontar todos jun­tos el gran reto de progresar, de crecer y de seguir adelante.

 

Ahora, reunidos para una conmemoración colectiva en un día de Fiesta Grande, que rompe el trabajo diario; y, porque llega la hora de la fiesta nos disponemos a olvidar durante unos días las ocupaciones de todo el año, hay que participar con ánimo infantil en el regocijo general, porque si las personas pasamos, el sentido de la fiesta permanece.

 

¡Comienzan las fiestas!. Son la batalla al tedio y la tristeza, son el freno a la prisa, son el diálogo cordial para el entendimiento y la igualdad, son el gozo para la hospitalidad y el diverti­mento.

 

La voz de esta pregonera quiere hacerse sonora para deciros:

 

¡Que comience la Fiesta!

¡Que suene la música!

¡Que se lance el chupinazo!

¡Que se adornen balcones y Ventanas!

iQue se baile al compás de los pasacalles!

¡Que repiquen las campanas en honor de la Virgen del Carrascal y San Roque!

¡Que sueñen y jueguen los niños!

¡Que bailen y canten las Peñas!

¡Que los mayores revivan antiguos entusiasmos! .

iY que el fresco vinillo humedezca vuestras gargantas!

 

Con permiso de vuestras Peñas, y en cuanto el señor Alcalde lo ordene, las fiestas del 2003 van a comenzar.I a comenzar.

 

 

¡¡FELICES FIESTAS!! ¡¡VIVA LA VIRGEN DEL CARRASCAL!!  ¡¡VIVA SAN ROQUE!!

 

 

 

Mª Cruz Rodríguez Saldaña

Senadora por Burgos

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

PREGÓN DE 2004

 

QUERIDOS CANICOSOS:

 

Cuando el Sr. Alcalde, Ramiro, me ofreció ser Pregonero de vuestras fiestas en honor de nuestra Señora del Carrascal y San Roque, puedo dar fe de que no me lo pensara un segundo. Es un honor y un orgullo para mí, poder compartir con todos vosotros unas horas de alegría y de emociones

 

Un saludo a los que formáis parte de las cofradías que honran a la Virgen y cómo no mi felicitación a quién os va a representar como Reina, Rey y Alcalde de Mozos.

 

Bienvenidos a los que como yo habéis venido de otros lugares para sentiros, como yo, un poco “canicosos” y participar con los vecinos en la alegría. Bienvenidos a todos aquellos que hoy os reencontráis con los vuestros.

 

Canicosa y todos vosotros contáis con un rico patrimonio arquitectónico eclesiástico que deriva hacia una arraigada religiosidad popular como cuentan las crónicas y manifestada tanto en la existencia de las cofradías como en las fiestas en las que honráis a Patronas y Patronos.

 

Vuestra Parroquia de San Esteban, las Ermitas de San Roque, La de la Veracruz, la Virgen del Carrascal, son algunos de los testimonios pétreos de la Historia de Canicosa, admiración de vecinos y forasteros, recuerdo de muchas emociones vividas por todos vosotros.

 

Canicosa participa de la sierra como sierra de Canicosa. Una sierra que merece la pena conocerla y transmitir a todo el mundo su riqueza, su hechizo. La sierra son los pinares, la madera, el encanto del monte y la naturaleza vive en toda su extensión.

 

Y la sierra, como vosotros conocéis mejor que yo es la historia dura de los carreteros serranos, de hombres y mujeres de Canicosa con sus yuntas de bueyes.

 

La sierra es la historia del trabajo duro, del sudor espeso, de una ardua tarea para que las Familias sigan adelante, para que prospere el pueblo, para seguir haciendo camino, para labrar un Futuro.

 

Esa es la historia de la sierra, de Canicosa, forjada por sus hombres y mujeres, que nos trae presente y nos abre la vía del Futuro, SEGUIR HACIENDO CANICOSA. Esto supone no rendirse al esfuerzo, al trabajo colectivo, a ser reivindicativos con las causas justas, al apoyo a vuestros representantes y vosotros precisamente, vecinos de Canicosa no escatiméis esfuerzos porque sois un ejemplo de trabajo.

 

Pero ahora es tiempo de aparcar por unos días el trabajo, de disfrutar de la fiesta, de contemplar y venerar las ermitas, a nuestra Señora del Carrascal y a San Roque.

 

Es tiempo de música, de charangas, de baile, de amigos, de reinas y Reyes, de Peñas...de alegría.

 

Que comiencen las fiestas

 

 

¡VIVA LA VIRGEN DEL CARRASCAL! ¡VIVA SAN ROQUE! ¡VIVA CANICOSA!

 

 

 

César Rico

Diputado nacional

 

 

 

 

 

>>

 

 

 

 

 

+ PREGONES

 

 

 

*   *   *